
El corazón de YouthLab360
YouthLab360 es un espacio vivo donde puedes ser tú.
Un lugar para sentirte escuchado/a, expresarte con libertad y reconocer tu valor, mientras construyes relaciones más sanas y aprendes a cuidarte con cariño y a tu ritmo.

Nuestra Brújula
Acompañamos a jóvenes a sentirse bien consigo mismos/as, a conocerse y a confiar en lo que son.
Creamos espacios donde puedan compartir lo que viven, expresarse con libertad y sentirse acompañados/as mientras aprenden a escucharse de verdad.
​​
Estos espacios toman forma en talleres, dinámicas, juegos y experiencias vivenciales que invitan a sentir, reflexionar, moverse, soltar y crear.
​
Aquí aprendemos a gestionar lo que sentimos, a comunicarnos con claridad, y a construir relaciones más sanas y honestas.
También cultivamos el autocuidado, para tratarnos con más suavidad, respeto y escucha hacia nosotros/as mismos/as.
​
Y, poco a poco, vamos integrando herramientas prácticas para el día a día: las que ayudan a tomar decisiones, organizarse, sostener los momentos difíciles y confiar en ti.
​​
Que puedas sentirte bien contigo, reconocer quién eres y el valor que llevas dentro.
Que descubras lo que puedes aportar al mundo desde tu autenticidad.
Que camines tu vida a tu manera, con sentido, cuidado y a tu ritmo.


Nuestro Horizonte
Creemos en una generación de jóvenes que se reconocen en su propio valor, que se expresan desde la autenticidad y la empatía, y que se atreven a crear su propio camino con libertad y propósito.
​
Jóvenes que, cuando se encuentran y se acompañan, van creando comunidades más humanas, diversas y solidarias.
​
Transformando su mundo con cada acción consciente,
con cada gesto,
con cada idea que nace desde dentro.


Lo que nos guía
Lo que nos guía nace de lo que sentimos y creemos.
Nuestros valores crean un espacio donde nos escuchamos, aprendemos y nos acompañamos mientras crecemos.
Autenticidad
Ser tú, tal como eres, sin miedo y sin máscaras
Explorar, imaginar y transformar
Probar, crear y descubrir nuevas formas de expresarte, de mirar el mundo y de crear tu camino desde lo que sientes y necesitas.
Diversidad
Respetar, valorar y aprender de nuestras diferencias
Confianza
Creer en lo que somos y en lo que podemos aportar
Colaboración
Nos acompañamos, compartimos experiencias y aprendemos unos/as de otros/as. Construimos comunidad
Propósito y autocuidado
Dar sentido a lo que hacemos, caminar a nuestro ritmo y cuidarnos en el camino
La experiencia YouthLab360
​Aquí no venimos a hacer cosas por hacer.
Venimos a sentir, a probar, a reír, a descubrirnos y a crear.
​
Acompañamos cada proceso con cercanía y escucha, para que cada joven pueda abrirse a su ritmo, sin presión y desde su verdad.
​
Aquí nadie va solo/a.

Encuentros que nos sostienen
Nos reunimos para hablar, reflexionar y escucharnos de verdad.
Aquí cada emoción tiene lugar y cada historia importa. No venimos a juzgarnos ni a corregirnos, sino a acompañarnos.
​
Conectas con jóvenes que también están buscando cómo sentirse más ellos/as mismos/as, y juntos/as exploramos lo que nos hace únicos/as.
​
Aprendemos a ser nosotros/as mismos/as sin tener que demostrar nada.
A confiar.
A decir “esto soy yo” con calma.
Y a cultivar un liderazgo que nace desde dentro:
el que cuida de ti y te permite expresarte con autenticidad.
Diversión que se siente
Aquí se juega. Se mueve el cuerpo. Se experimenta.
Se prueba, se falla, se vuelve a intentar.
Y todo está bien.
​
Cada actividad es una invitación a sentirte vivo/a:
salir de la cabeza, entrar en el cuerpo, escuchar lo que pasa dentro.
​
Movemos energía, conectamos con el ritmo, con la risa, con el momento.
Sin comparaciones, sin prisa, sin “hacerlo perfecto”.
​
Solo vivirlo.
Expresión auténtica
Este es el espacio donde puedes expresarte tal y como eres.
Sin filtros. Sin juicios. Sin estar pendiente de “cómo debería ser”.
​
Pintura, escritura, música, colores, gestos…
Cada joven encuentra su forma.
​
Aquí lo importante no es el resultado, sino lo que se mueve por dentro cuando creas.
Creamos para conocernos, para soltar, para vernos, para darnos lugar.
​
Cada creación es tu voz diciendo:
“Esto soy yo. Y eso ya es bello.”
Este espacio no es para cambiarte.
Es para volver a ti.
Lo que se queda contigo
Aquí no venimos a “aprender” algo.
Venimos a sentir, a descubrir, a recordar quién somos.
​
Cuando te escuchas, te compartes y te permites ser tú…
algo se mueve por dentro.
Algo se despierta.
Una confianza suave.
Un “sí” hacia ti mismo/a.
Y eso, se queda contigo.
​
Lo que vives aquí no se queda en la sala:
camina contigo cuando vuelves a casa, con tus amistades, con tu familia, en tu día a día.







